Fotografía: Daniel Ocaranza
Inexistente
Hay
que existir hasta quebrarse,
hasta
que el ser agonice
en
tu cuerpo.
Hay
que existir hasta en el
poema.
Hasta
que el lenguaje se
derrita
en
tu boca.
Hay
que existir en el frio
del filo
de
tus manos.
Existir
y existir
sin
mirarnos
al
mirarnos.
Hay
que existir hasta en la historia
de
tus ojos abiertos.
Y
romper el muro sobre tu piel.
En
tu sonrisa
hay
que existir.
En
la verdad de la mas hermosa noche
hasta
que los días
de
los días
lleguen.
En
el reposo de mis sollozos
debo
existir,
en
mi almohada ya mojada
de
agua salada.
En
la pared de tu habitación.
en
la sed de tu presencia,
Hay
que existir en tu nombre,
ya
perdido pero no por eso olvidado.
Hay
que existir hasta en tu ausencia,
porque
así, he de existir, en ti.
Zaida M. Kassab