jueves, 28 de julio de 2016

Mi locura
disuelve las sombras
en calles descubiertas.
Es un lenguaje inapropiado
de una prisionera olvidada.
Mi decir
hace piruetas extrañas
del otro lado de la calle.
Mi memoria
trae pretextos deformes
de una sobreviviente.
Hay ausencias que se ven
que flotan por un nombre
Pequeñas palabras a la medianoche.
Una vida larga en un mundo breve.
 
Zaida Marilina Kassab


Nombrarte



Acaba de concluir la noche
Todos están
despertando.
Como suele ser habitual,
Café, té, mate, infusiones de mañanas
Ojos ciegos de vapor.
Hubo un accidente.
Nombrarte,
tomarte.
Frases de diario, en cafés
de esquinas
Reflejo en un espejo
tus ojos,
tus manos.
Con el vértigo de estar cayendo.
Hay una escena de tarde,
de teatro,
de película.
Que compensa y desgarra,
nombrarte.


Zaida Marilina Kassab

Los jueces

Me he quedado inmóvil a la espera de la pócima
que me permita anticipar el final del pasaje.
Hay una incógnita, sueños, adentro de mi prisión,
cansada de tantos delirios busco la calma.
Y muero.
Caigo,
me desplomo,
bajo muy pausado.
Qué hare contigo?
alucinaciones
tiempo
sangre
hambre
trasnoche, vela, insomnio,
lágrimas.
Y oprimirás mi pecho,
sudaremos,
temblaremos.
Y entonces los justos, los correctos, los analistas, los moralistas
Ellos me juzgaran.

Zaida M. Kassab